Los eosinófilos son leucocitos (células blancas) que se encuentran en la
sangre y en los tejidos conectivos de algunos vertebrados. Sus
principales funciones son defensa contra parásitos helmintos, respuestas
alérgicas, inflamación de tejidos e inmunidad. Forman parte del grupo
de las células denominadas granulocitos, junto con los basófilos y los
neutrófilos, puesto que su citoplasma posee una gran cantidad de
gránulos, los cuales tienen moléculas ácidas y se tiñen de color rojo
con la eosina. El nombre eosinófilo proviene de la apetencia de estos
gránulos por la eosina. En condiciones normales los eosinófilos
representan del 2 al 4% de los leucocitos en sangre pero esta proporción
aumenta considerablemente en los tejidos conectivos.
Las función de los eosinófilos se asocia ha relacionado
tradicionalemente con la defensa frente a parásitos helmintos, pero
ahora se sabe que tienen funciones mucho más diversas asociadas con las
reacciones alérgicas, inflamatorias, inmunes y otras homeostáticas en
lugares concretos del cuerpo. Parece evidente que los eosinófilos no
sólo se localizan en tejidos tras haber sufrido una infección o
inflamación, sino que son parte del conjunto de células en diferentes
órganos en condiciones normales, incluyendo el tracto gastrointestinal.
(Muniz, 2012)
URL DE LA IMAGEN: www.google.com.gt/search?q=MADURACION+EOSINOFILOS&biw=1366&bih=
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
Muniz, S. (2012). Eosinophil crystalloid granules: structure, function, and beyond. (2da. Ed.). España: Reverte
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